Sudamérica

Después de un largo recorrido en Autobús, llegaba a el Balneário Camboriú, mi primer contacto con el bonito estado de Santa Catarina. Un nuevo estado de Brasil que tenía el gusto de visitar, aunque no sería el único en este viaje, ya que pasaría por los otros dos estados que conforman el Sur de Brasil, Paraná y Rio Grande do Sul.

Santa Catarina es famosa por sus óptimas playas, lo que atrae a miles de cariocas, paulistas, uruguayos y argentinos en los meses de verano de enero y febrero. Santa Catarina posee un montón de atractivos. La bonita y montañosa isla de Santa Catarina reúne una gran variedad de playas, desde la mas animadas, a las mas solitarias, pasando por la frenética Florianopolis , la capital del estado. Hacia el norte de esta, las bahías de aspecto caribeño en torno a Porto Belo, con sus aguas cristalinas azul turquesa, hacen las delicias del submarinista. En el interior del Estado se puede apreciar la elevada influencia de los inmigrantes alemanes y de la Europa del Este, tal y como en las ciudades de Blumenau y Joinville. En Blumenau se celebra la mayor fiesta callejera de Brasil después del Carnaval de Rio y Salvador: la Oktoberfest de Blumenau.
El Balneario de Camboriú es otro de los atractivos de Santa Catarina. Siendo la ciudad más cara de todo este Estado, es fácil encontrar entre sus altos edificios que rodean la playa y sus escarpadas colinas, a  adinerados argentinos, paraguayos y paulistas que pasan allí los veranos. Una especie de Benidorm, en su parte central, que empieza a combertirse en paraíso conforme recorres sus cercanos pueblecitos y playas costeras.



Desde Iguazú, atravesé el Estado de Paraná hasta llegar a Santa Catarina tras unas 15 horas de viaje en autobús. Viajar en bus por Brasil no es del todo barato, pero es la opción más económica  Llegué a la estación de bus de Camboriú, que esta en la parte antigua de la ciudad, por lo que me quedaba todavía un breve paseo hasta la casa de Benvenuto en el Balneário Camboriú. Cogí un moto-taxi por unos pocos reales y en solo 10 minutos me planté en su casa. La casa de Benvenuto estaba en 3ª linea de playa, a unos 40 metros de la playa principal de Camboriú. Desde su alto edificio, se tenían unas espectaculares vistas de la Avenida Atlantica, el paseo marítimo de la ciudad, y la playa.


La familia de Benvenuto también se encontraba en su casa. Sus encantadores padres y su primo el "Ruso", me trataron como a uno mas de la familia e hicieron que mi estancia fuera mucho más que agradable. Después se uniría el "Richard" y su "encantadora" exnovia; y lo digo entre comillas por respeto a esa encantadora persona que es Juan, alias el Richard.

Durante mi estancia en Camboriú, no solo serian las únicas personas con las que impartiría mi estancia. Tuve el gusto de conocer a un amigo de la familia que jugo con Maradona en su debut con argentinos Juniors. Durante varios años compartió equipo con el que para mi hasta hora fue el mejor jugador de fútbol del mundo, y pudo además contarme un montón de historias de el Pelusa.  Además, su simpática hija Lore, una surfera empedernida con la que tendría el gusto de compartir una jornada surfera en la playa principal de camboriu. Por supuesto también su agradable  mujer y su encantadora y preciosa hija pequeña Caroline.



Nuestro primer día en Camboriú fue de lo más tranquilo, además de que estaba echo polvo, ocupamos el día a resolver ciertos asuntos de los Benvenuntos. Por la noche, cogimos el famoso Bondindinho. Es una especie de autobús-tren, que recorre toda la Av Atlántica. Cada uno puede subirse y bajarse donde quiera practicamente. Uno puede pararlo en donde quiera que pase.



Nos fuimos hacia Barra Sul , la última parada del Bondindinho. Desde allí se pueden tener unas bonitas vistas de la ciudad por la noche y además es la puerta al Parque Unipraias, al que iríamos en los días siguientes.

Después fuimos a visitar la animada zona centro del Balneario Camboriú. Por la noche un montón de gente joven y a veces no tanto, salen a pasear por sus calles. La Avenida Atlántica, el paseo marítimo, es una exhibición de chavales con buenos y caros coches, haciendo ruido y gastando ruedas, mientras esperan durante horas avanzar algunos metros por esta saturada calle. Lo más gracioso es que o bien andando, o bien por sus calles paralelas, son escasos minutos los que tardas de un sitio a otro, aunque como decía lo hacen para mostrar sus carros y gustos musicales al poner la música del coche modo discoteca.
En la playa se organizan múltiples e improvisados picnic alrededor de los chiringitos costeros de la Avenida Atlántica.



Al día siguiente agarramos la Van de Benvenuto, nuestra fiel compañera en esta travesía por Santa Catarina y fuimos a visitar Praia Brava. Es una bonita playa a medio camino de Itajai. Antiguamente era una playa mucho más espectacular, según me contaba Benvenuto, y es que ahora además de que la playa ha perdido costa, se encuentra bastante sucia. Aún así es un buen lugar donde pasar una jornada playera.








Justo al final de esta playa, se puede acceder a una bonita cala solitaria, aunque se debe tener cuidado con el bravo mar. Tan bravo que aquí es buen lugar para la practica del Surf, y es fácil ver a gente surfeando las olas.







En Praia Brava se encuentra el Warung Beach Club, una de los mejores Discotecas del mundo, según muchos reconocimientos mundiales. Construido en las arenas de Praia Brava entre Balneario Camboriú y Itajai, este mega club rodeado de árboles, fue creado, inspirado en la isla de Bali. El club se compone de una pista de baile principal, con dos zonas vip y un segundo escenario al aire libre. La mejor época del año para ir es sin lugar a dudas la temporada de verano del hemisferio sur, cuando las playas se llenan y conocidos DJs internacionales como John Digweed, Ricardo Villalobos, y Layd Bushwacka.


CAmboriu es un buen y animado lugar para salir de fiesta, y además del famoso Warung Beach Club, está el no menos conocido Green Valley. Con 6k de capacidad al aire libre, se encuentra en el hermoso Balneario Camboriu, conocido como el “equivalente brasileño de Ibiza ‘ ha impresionado a bastantes asistentes amantes de la fiesta, cuando se inauguró en el 2008. Ha ganado los títulos Number One Super Club and Club of The Year at The Cool Awards. Rodrigo Vieira desde el Valle Verde explica por qué tiene tanto éxito, “El lugar es único, es completamente diferente de cualquier club en el mundo, tiene la combinación perfecta para un ambiente de vanguardia – con un sistema de sonido ubicado en un entorno al aire libre, rodeado por un bosque tropical y lagos. Si esta descripción no es suficiente, Carl Cox afirmó después de su primer concierto en Green Valley “Si yo tuviera un club, sería como Green Valley.”





Tras esta visita a Praia Brava, regresamos al Balneario de Camboriú no sin antes hacer una parada en  el Morro do Careca, situado entre Praia dos Amores y Praia do Buraco  . Desde allí las vistas a ambas playas y a la Praia Principal de Camboriú son espectaculares.
En un lado la solitaria Praia do Buraco, contrasta con la masificada praia Principal y sus altos edificios.


Hacia el otro lado del morro las vistas no son menos espectaculares, con la Praia dos Amores a los pies del Morro.



En lo alto de este morro además se puede realizar parapente, una bonita y emocionante manera de apreciar estas espectaculares vistas. Por unos 60 o 70 € uno puede acceder a esta experiencia. Brava Beach Internacional organiza estos recorridos espectaculares en parapente, donde además uno puede disfrutar si quiere de algunas piruetas de sus pilotos. La verdad que es un lugar espectacular donde iniciarse en este mundillo.




En lo alto del morro, ya en el parque Unipraias, las vistas son más que espectaculares de todo el Balneario de Camboriu con su enorme praia rodeada de edificios altos y su bonito río al otro lado.







En el Parque Unipraias se puede además de tener unas espectaculares vistas desde sus miradores, realizar actividades al aire libre tales como visitas de animales autóctonos de las zona, pequeñas caminatas o la divertida montaña rusa que rodea parte del parque a través de este bonito y aprovechado morro.


Tras la visita al parque Unipraias, volvimos a coger el teleferico con destino la Praia do Laranjeiras. Esta Praia esta si cabe más masificada que la praia principal del Balneario Camboriú, aunque hay menos gente, si lo parece al ser mucho más pequeña. Encontrar en fin de semana un sitio en la playa se hace difícil, aunque cuando empieza a caer el sol la playa empieza a vaciarse de domingeros y uno puede disfrutar de esta playa.






Aquí se pueden realizar un montón de actividades deportivas a motor, como esta extraña modalidad en la que uno sale volando literalmente.


Hay un barco antiguo remodelado, que te lleva también desde el Balneario Camboriu a esta Playa. El Barco sale desde Barra Sul, y en tan solo unos pocos minutos te deja en Praia de Laranjeiras. Además de estas dos maneras de acceder a esta Praia, esta la opción en coche atravesando el Morro.


 Al caer la tarde regresamos nuevamente en el Teleferico después de una interesante jornada playera.




Vimos de camino a Barra Sul , una más que espectacular puesta de Sol sobre Camboriu. Nuestro objetivo de cazar la puesta de Sol en pleno regreso estaba cumplida.



Mi objetivo principal entonces era la de encontrar un local en el que poder ver el partido de fútbol de Copa del Rey entre el Barça y el Madrid. Caminamos desde Barra Sur hasta Praia Principal sin encontrar ni un solo lugar donde poder ver el partido. Eso si, no faltaban esos emocionantes partidos entre el Mineiros y el Florianopolis FC. Finalmente tuve que resignarme y no ver el partido, aunque me metí en un Internet Café para seguirlo desde Marca. Al final gano el Barça, pero no sin antes producirse un cambio en los posteriores encuentros entre ellos.

Otro día fuimos a conocer los Alrededores del Balneario Camboriú. Simplemente siguiendo la carretera costera, una vez pasado la Praia  de Laranjeiras, uno tiene un montón de pueblecitos costeros con espectaculares y tranquilas playas. Para hacerse una idea, en este lado de Brasil, se tiene un morro o montaña y luego una playa, un morro y otra playa, y así sucesivamente.


Cualquiera de las playas son espectaculares y algunas están totalmente desiertas ya que no hay ni un solo chiringuito en ellas.


Recorrimos varias playas próximas hasta que nos paramos en una de ellas para comer y disfrutar de una nueva jornada playera.





La playa era espectacular, con no demasiada gente y buenos lugares  a primera linea de playa donde comer. La verdad es que el número uno en servicio y actividades en playas es sin duda Brasil, con sus mil ofertas a pie de playa. No he visto lugar en el mundo donde se lo tengan mejor montado.


Dar un paseito por esta Praia y subir al pequeño morro de uno de su extremos, es una buena manera de hacer ejercicio, y Alex y Yo no dudaríamos en hacerlo.


En el extremo hay un pequeño morro en el que subirse y poder obtener unas bonitas vistas de esta playa.


Hubo un pequeño percance en la playa , con un chaval que se hizo daño jugando entre las fuertes olas. No se que seria de el , pero no tenia muy buena pinta.


Tras una agradable día visitando las playas cercanas a Camboriu, cogimos la Van de Benvenuto con destino Camboriu.  .La Van de Benvenuto sería uno más a partir de ahora, ya que tras pasar todos estos días juntos, la había cogido cariño, y  además durante toda mi estancia viviríamos muchos más aventuras juntos.


Esta vez utilizamos la autopista general para regresar, que te conecta con la ciudad en escasos minutos. Se entra a la ciudad con una espectacular imagen des sus altos edificios sobre la ciudad.




Tras estar los primeros días recorriendo las afueras del Balneario Camboriu, decidimos pasar los días tranquilos en la ajetreada Praia Principal. Siempre solíamos estar en el mismo lugar de la playa, uno de los únicos lugares que permitían que el Sol pegara casi todo el día en la playa. Y es que por culpa de los altos edificios, el Sol desaparece antes de lo normal.  Todos los días bien temprano, la madre de Alex se acercaba por este lugar a colocar sus sillas y sombrillas. Luego nosotros más tarde llegábamos con las nuestras y nos colocabamos junto con ella a disfrutar de estas jornadas playeras. No faltaba desde luego los deportes acuáticos tales como las palas, donde el Ruso era nuestro particular Roger Federer.





La Praia Principal es bastante divertida  a pesar de haber tanta afluencia de gente. En ella uno puede disfrutar de sus olas, en cuyas crestas es posible hacer Surf, algo que por supuesto intentaría posteriormente. Jugar entre las olas en Camboriu te puede ocupar horas y horas.



Es muy curioso ver a los vendedores ambulantes los cuales la mayoría aceptan tarjetas de crédito. Lo mas curioso es que en la misma orilla de la playa , mientras estas tumbado en la toalla, te pasan la tarjeta. Muy fuerte. Este y muchos otros ejemplos que antes expuse, hacen de Brasil el país más playero del mundo.


Por las noches la playa es espectacular, especialmente por el reflejo de sus edificios en el agua. Todas las tardes esperaba este momento para poder fotografiarlo.